domingo, 5 de junio de 2011

CULTURA ANDINA Y DÍA MUNDIAL DEL AMBIENTE

El Día Mundial del Ambiente nos debe llevar a una reflexión. El mundo está al borde del colapso por las malas prácticas sociales y ambientales del hombre. La sociedad moderna, no ha sabido lograr un equilibrio entre desarrollo económico, tecnología y cuidado de la naturaleza.
Por eso ahora son términos comunes "ecología", "cuidado del medio ambiente", "cambio climático", etc, en una tardía y reacción por prevenir lo que se ha descuidado hace tiempo.
Lo lastimoso y terrible es que no hay voluntad de cambio. Ni las advertencias de los científicos ni los encuentros de los líderes mundiales logran hacer virar el rumbo. Más puede el poder de don dinero.
¡Qué diferente con lo que plantea nuestra cultura andina!
Cultura que nació de precisamente basada en la armonía entre el cosmos, la naturaleza y el hombre.
En el mito fundacional del hombre andino ancashino, el mito de los Huaris, se nos relata que luego de que se formaran las cordilleras Blanca y Negra, los gigantescos Huaris, antiguos habitantes del Uran Patsa (el Mundo de Abajo), salieron del valle sagrado del Hatun Mayu (río Santa) y huyeron hacia la zona de Conchucos huyendo de un terrible diluvio. Allí se transformaron en plantas, animales y hombres y poblaron la tierra, viviendo en perfecta armonía. Como diríamos ahora, en una actitud perfectamente ecológica.
El hombre andino no tenía las pretensiones de "amo del universo", no era el Homo Faber europeo, que lucha y domina a las fuerzas de la naturaleza. El hombre andino por el contrario, sabía entender a la naturaleza mediante sus señales y la ayudaba a fructificar.
De allí que creó canales y andenes para contrarrestar lo agreste de nuestras serranías y lo desértico de nuestras costas.
Se podría decir, que el hombre andino era un "partero de la naturaleza", el que le ayudaba a crear la vida. Por ello nos admiramos ahora que ellos conocían 4 mil variedades de papa, frente a las 400 que ahora tenemos.
Equilibrio perfecto entre el cosmos, la patsa mama y el hombre, esa fue la fórmula que hizo del nuestro el único pueblo en el mundo que logró solucionar el problema del hambre.
Recuperemos estas sanas prácticas y demostremos al mundo que sí se puede tener desarrollo respetando a la naturaleza. Aún podemos recuperar nuestro planeta.

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